China.- Qian Hongyan, una niña china que perdió las piernas en un accidente de coche en el año 2000 y que utilizaba para desplazarse una pelota de baloncesto ha sido operada, por fin, esta semana para ponerle dos piernas artificiales.
Tiene ocho años y su único medio de desplazamiento desde que el accidente de tráfico le segara sus dos piernas le valió el sobrenombre de Basketball girl (La chica del balón de baloncesto, en español).En un reportaje fotográfico publicado hace un par de años por la BBC se explicaba cómo Qian, una niña china de una familia humilde del municipio de Luliang, asistía todos los días al colegio con la única ayuda de una pelota y dos piezas de madera que utilizaba a modo de bastones.
En vez de tanta fotito le podrían haber dado una ayuda económica ya que sus padres no disponían de los tan sólo 5.000 euros necesarios para financiar las piernas artificiales que necesitaba, por lo que la niña estaba condenada a vivir adherida a un balón. Así fue, hasta ahora.
Tiene ocho años y su único medio de desplazamiento desde que el accidente de tráfico le segara sus dos piernas le valió el sobrenombre de Basketball girl (La chica del balón de baloncesto, en español).En un reportaje fotográfico publicado hace un par de años por la BBC se explicaba cómo Qian, una niña china de una familia humilde del municipio de Luliang, asistía todos los días al colegio con la única ayuda de una pelota y dos piezas de madera que utilizaba a modo de bastones.
En vez de tanta fotito le podrían haber dado una ayuda económica ya que sus padres no disponían de los tan sólo 5.000 euros necesarios para financiar las piernas artificiales que necesitaba, por lo que la niña estaba condenada a vivir adherida a un balón. Así fue, hasta ahora.
Afortunadamente, la notoriedad que ha alcanzado su caso ha permitido que la pequeña -¡que nunca se ha quejado de su situación, según su padre!- haya sido sometida a varias operaciones de cirujía y, desde la semana pasada, disponga de un par de nuevas piernas para jugar al baloncesto de verdad, si ahora quiere.Este martes Qian aprendía cómo utilizarlas en el Centro Chino de Rehabilitación de Beijing.